Ha pasado algo horrible. Lo primero: estoy bien con mi chico ya (eso no es lo horrible, obvio). El problema es que su padre tiene un problema y está en el hospital. Cuando me lo ha contado, solo se me ha ocurrido decirle: ¿de verdad? Con una sonrisa tonta en la cara. ¡Con una sonrisa!
Soy lo peor, es que no puedo evitarlo. Cuando me cuentan algo triste de verdad, ALGO QUE ME DA PENA (para mí su familia es como si fuera más familia que la mayor parte de la mía) me pongo a sonreír. Aunque por dentro esté súper preocupada y me de una pena increíble, mi cara se pone en una sonrisa.
Soy retrasada, desde luego. No sé qué hacer con esto... simplemente me pasa. No sé si es un método de afrontar las cosas. No es que no tenga empatía ni nada por el estilo, pero DIOS, odio que pase eso. Es totalmente involuntario y no lo puedo evitar...
Matadme.
No seas tan dura contigo misma, está bien exigirnos a nosotras mismas pero tampoco es bueno que te entristezcas tanto por eso. La verdad es que también a mí me ha pasado, también me reí en ocasiones en que debía estar seria. Posiblemente sí sea como tu dices, que es una manera de afrontarlo.
ResponderEliminarYo creo que solo hay que concentrarnos en dominarle, una vez vi en un cartel: Tú dominas tus sentimientos. Y me he quedado pensando en eso, en que quizá ahí está la clave de todo, pero... ¿Cómo?
Espero que pronto se recupere el papá de tu chico. Ya verás que sí.